#Valores: Los Valores son definiciones de lo que esperamos que nos identifique, estos artículos están pensados principalmente a quienes se quieran unir a nosotros en este proyecto tanto para orar, donar o colaborar.
Nos enfocamos en que Cristo sea formado en nosotros mediante prácticas individuales y comunitarias que transformen nuestra vida en todas sus áreas: familia, educación, trabajo, negocios, participación cívica, ayuda social, y servicio en la iglesia local y global.
Valores Beta #5: Formación espiritual integral
El crecimiento espiritual es el resultado de la gracia de Dios obrando en nuestros corazones y transformando nuestras acciones. Respondemos a esa gracia para nuestra formación, que se da por el poder transformador del Espíritu Santo.
Este proceso de transformación se cultiva día a día, respondiendo al amor de Dios y comprometiéndonos a permanecer en Cristo. En el poder del Espíritu, somos conformados a su imagen y aprendemos a amar como Él ama (Romanos 8:28-30; 1 Corintios 15:49; 2 Corintios 3:18). La santidad, vivir la plenitud de Cristo al caminar en su luz, es buscar como discípulos participar en la vida de Cristo, llegar a ser como Él. Esto nace desde el corazón, pues sin un corazón transformado, no es posible reflejar la imagen de Dios en nuestras acciones.
No se trata de emociones pasajeras o misticismos sin sentido, sino de lo que Pablo llama “el fruto del Espíritu”, que debe gobernar nuestras intenciones y deseos. La fe, la esperanza y el amor por Dios y por el prójimo son las motivaciones que moldean nuestra vida y nuestras acciones (junto con crecer en amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, confiabilidad, humildad y auto-control; véase 1 Corintios 13, Gálatas 5:22-23).
Como lo expresa Max Lucado: “Dios nos ama tal como somos, pero no quiere dejarnos tal como somos”. Su propósito es que recibamos su amor de tal manera que lo reflejemos a Él, lo compartamos con los demás.
Por último, recordar que esto funciona dentro de una paradoja. Debemos anhelar que Cristo sea formado en nosotros pero sabiendo que posiblemente nos vamos a equivocar. En ello, el asunto no es pretender que somos perfectos, sino que en el camino reconocer nuestros errores y debilidades, a medida que anhelamos sinceramente reflejar el carácter de Cristo con nuestras vidas (1 Juan 1:5-2:11). Es buscar la santidad, con la honestidad y humildad que el ejemplo de Cristo implica, pues lo contrarío seria la santurronería lo cual es fingir una superioridad moral que las Escrituras solo atribuyen a Cristo, más bien como dice Pablo “que su poder se muestre en nuestra debilidad” (2 Corintios 12:9-10).
Todo esto debe tomarse paso a paso, con paciencia, gracia hacia uno mismo y disciplinas espirituales. Dependiendo del Espíritu Santo, cimentados en la gracia de Dios y siguiendo el modelo de Cristo, no debería ser difícil llevar la vida cristiana, como nos recuerda Jesús: “Mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30; 1 Juan 5:3).
Las disciplinas espirituales son prácticas que realizamos en pos del objetivo de que Cristo sea formado en nosotros en todos los aspectos de nuestras vidas. Estas prácticas pueden ser personales o comunitarias, para ser vividas en soledad o junto con otros. Las más conocidas son la oración y la lectura de la Biblia, pero podemos extender a otras prácticas que son moldeadas por Cristo con el fin de seguir sus pisadas.
Se trata de seguir e imitar a Jesús y ayudar a otros a seguirlo e imitarle. Es para todos, no solo para algunos.
— Eun Strawser, Centering Discipleship

De la misma manera que nos involucramos en prácticas espirituales regulares, nuestras vidas se van conformando y transformando a la imagen y semejanza de Cristo.
— Mark Maddix en Essential Beliefs
Las disciplinas en sí mismas no son transformadoras, pero colocan el alma en posición de ser transformada por Dios.
— Dallas Willard citado por James Wilder en Renovated
Nuestra rica herencia wesleyana nos proporciona un lienzo teológico para ver cómo las personas han crecido espiritualmente en el pasado y cómo la participación en los medios de gracia puede ayudar a las generaciones presentes y futuras a experimentar la gracia transformadora de Dios. A medida que los cristianos participan en los medios de gracia, tanto individual como corporativamente, abrirán oportunidades para que ellos mismos reciban gracia y se vuelvan más como Cristo.
— Mark Maddix en Essential Beliefs
La iglesia es el instrumento orgánico y corporativo que Dios ha escogido para rehacer a la persona y a la sociedad. Tiene una misión de amor santo. La iglesia existe para producir una semejanza a Cristo en las personas y sus instituciones. Así, nuestra misión puede describirse como una participación con Dios en traer santidad y amor sobre los pecados, los sufrimientos y las necesidades de las personas. Esta descripción de nuestra misión es tanto individual como social. Señala en dirección de una relación social de las personas hacia Dios y hacia los demás.
— Libro de Disciplina, Iglesia Metodista Libre, 2023